Hoy bajo los árboles de un parque recien restaurado
y disfrutando de una paleta de pistache
bajo el sol de hoguera, invariablemente
pensé en ti.
En ti, en mi, en nosotros, en los momentos que
desde finales del año pasado he ido coleccionando
atesorando como si alguien me los fuera a arrebatar.
Esos momentos, esos recuerdos los revivo
de noche antes de dormir con una sonrisa que evoca
tu nombre.
Y al despertar aun siquiera antes de abrir los
ojos al nuevo día que no se deja esperar
estas tú y el eco de tu risa en cada rincón
de mi mente, de mi casa.
A veces no comprendo como es que te voy
queriendo tanto, pero qué digo, si sabes
que ese sentimiento a crecido como el que más.
Y crece. Sigue creciendo.
¿A dónde te vas cuando te extragno?
¿A qué mundo puedes ir sin mi?
Extragnarte se vuelve insoportable.
Te has vuelto mi dulce adicción. La mas grande.
Y aunque muero cada que pienso en ti porque te
extragno hay una sonrisa nueva.
Porque entonces sé con certeza que sabes?
Eres TU y solo TU.
Mi principe. Mi vampiro.
Nadie mas.
Y que estamos juntos... aunque mi mundo
se me derrumbe a veces.
Estamos juntos.
Y al final es lo que importa.
Estamos juntos.
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