Una noche del octavo mes la luna cerro los ojos y suspiró por lo que estaba escrito en nuestro destino.
Dos extragnos bajo el cielo añil... Contándose despacio mil historias... tus gestos mi cabello tus cigarros mi risa y las ganas de besarte.
Un hombre lobo seduce a un vampiro bajo la lluvia.
Fue fácil encontrarte
lo difícil es olvidarte,
olvidarte mientras te vuelves un embustero cargado con un adiós sin pronunciar sin mirar atrás.
La luna no ha abierto los ojos se tiñe de rojo como este corazón que a paso lento va porque sigo sin entender...
Y quería comprender porque te alejas dejando los suegnos que te conté y que arrojaste al viento.
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